jueves, 14 de abril de 2011

Datos sobre el libro digital_estudio del Observatorio de la Lectura y el Libro

El Observatorio de la Lectura y el Libro ha publicado recientemente un estudio sobre la situación actual y perspectivas del libro digital en España, del que se pueden extraer algunos datos interesantes que nos ayudan a dibujar el paisaje en que nos movemos:

- De acuerdo con las cifras de Comercio Interior del Libro en España, el ebook, con una facturación de 51,2 millones de euros en 2009, representa el 1,6% de la facturación total del libro. Las estimaciones para 2010, de aproximadamente un 3,0%, duplican esta cantidad.

Más allá de las cifras, el estudio señala que 2010 "ha sido el primer año" en el que el consumidor español ha tenido a su alcance "una oferta más o menos amplia de dispositivos lectores", pero destaca la escasa oferta de contenidos para el lector digital.

No obstante, el informe valora el "impulso de la edición digital" desde algunas iniciativas españolas, como Publidisa (Todoebook), 36L Books, Amabook, Leer-e o Libranda, así como el esfuerzo que está invirtiendo la tradicional industria del libro por adaptarse a los cambios y aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece la edición electrónica". Basándose en una encuesta realizada por la Federación de Gremios de Editores de España sobre el libro digital en España, señala que el un 75% de las editoriales dispone ya de un proyecto digital y está realizando o espera realizar en los próximos años acciones de digitalización o transformación de formatos, comercialización de obras digitales o de obras creadas exclusivamente en formato digital.

El Observatorio de la Lectura y el Libro apunta que el libro digital experimentará un auge en España en los próximos años, ya que, para este año, "se espera un crecimiento del impacto de la oferta en el catálogo muy superior al del resto del fondo editorial". Para 2012, "una de cada cuatro editoriales españolas podría estar comercializando en versión digital más de la mitad de su catálogo, y una de cada tres ofertaría más de la mitad de sus novedades en digital".

Es interesante también observar las dificultades que debe abordar la industria del libro y sus diversos agentes a la hora de plantear su estrategia digital:
"Al miedo a la piratería se une un IVA que incrementa el precio del libro electrónico y que dificulta el establecimiento de políticas de precios competitivas, tanto respecto al libro en papel, como a otros mercados internacionales (sirva de ejemplo el mercado norteamericano, donde el IVA del libro electrónico es cero). La ausencia de leyes de precio fijo en otros países tampoco ayuda a la hora de plantearse las posibilidades del mercado español en la esfera internacional".

martes, 12 de abril de 2011

Pensar antes de usar

Los conceptos que se manejan en la segunda lección de Cultura Digital plantean un interesante debate sobre el consumismo de nuestro tiempo, muchas veces ligado a la innovación y a la tecnología. En lo material, es cierto que en los países más desarrollados económicamente nos enfrentamos a unos niveles de consumo que rozan muchas veces lo inmoral. La obsolescencia programada, que planifica el fin de la vida útil de un producto, o la obsolescencia por modas, que nos incita a cambiar un bien por otro por el mero hecho de que el que poseemos deja de estar de moda, parecen imponerse en una sociedad que experimenta avances tecnológicos muy deprisa. Nuestro avance como ser humano implica reflexión. De vez en cuando, es necesario pararse y analizar nuestro entorno, nuestras acciones y las consecuencias de éstas. Y, como en todo, debemos ser críticos y valorar ventajas e inconvenientes.
A pesar del consumismo exagerado que practica buena parte de las sociedades más desarrolladas económicamente, debe existir un apoyo a la innovación y al desarrollo, que es uno de los vehículos del viaje que hemos emprendido por el mundo digital. Pero dicho apoyo no debe reducirse simplemente al ámbito económico, sino que también se deben impulsar medidas educativas y políticas que ayuden a comprender la rapidez de la evolución de nuestros días, así como a aprovechar las ventajas de los productos como tal, y no dejarnos convencer por la parte más interesada de las empresas cuya preocupación primordial es obtener beneficios.

En nuestros días, tecnología, cultura y educación son las bases que posibilitan nuestro conocimiento, los pilares que nos ayudan a dirigir nuestras acciones y pasos, y es necesario qu se implanten desde las bases para ser capaces de controlar, o al menos comprender, los avances tan acelerados que vivimos y viviremos en los próximos años. Como se ha mencionado en el post anterior, debemos enfrentarnos de una forma abierta y colectiva al cambio crítico que experimentamos, y para ello no podemos permitirnos quedar desajustados respecto al mundo, ni dejar que la brecha digital se haga más y más ancha.

And all is always now...

lunes, 11 de abril de 2011

La nueva realidad

El inicio del siglo XXI ha marcado para muchos el comienzo de un nuevo periodo: la era digital. Este concepto hace referencia a la penetración de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información en nuestra realidad, un hecho que provoca que nos enfrentemos desde otra perspectiva al mundo que nos rodea. Sin embargo, a pesar de la rápida evolución del proceso digital en nuestro mundo, es necesario recordar que no afecta a todos por igual.

Existe todavía una gran brecha digital en diferentes ámbitos, ya que, como en tantos otros aspectos, la mayor parte de los internautas y el desarrollo tecnológico se concentran en una pequeña porción de la Tierra.

La dificultad para acceder a las nuevas tecnologías es paralela a la dificultad para acceder a la educación, a la sanidad o a bienes de primera necesidad. Y no solo eso, sino que, dentro de un país considerado “industrializado”, también existen zanjas. Por ejemplo, no se puede comparar el grado de penetración de internet en las sociedades urbanas con el de las rurales, a pesar de que hay medidas que pretenden subsanar este problema y, además, en el grado de conocimiento del uso de nuevas tecnologías influyen otros factores como la edad o el nivel de educación.

Sin duda, estamos ante un cambio que se antoja veloz, casi vertiginoso, ya que en apenas dos décadas han evolucionado las formas de comunicarse, de entenderse, de entretenerse, de consumir… y, como no, de acceder a la cultura. En este sentido, tal y como se ha planteado en la primera lección del módulo de Cultura Digital, es necesario abrirse a esta nueva realidad, estar dispuestos a experimentar una crisis en positivo para, como tantas otras veces a lo largo de la Historia, ser capaces de adaptarnos a un nuevo medio.

La magnitud del proceso digital trae consigo un exceso de información que puede derivar en desinformación y saturación, así como debates sobre la privacidad, los derechos de autor y propiedad intelectual, y un sinfín de teorías que cuestionan los beneficios de esta nueva era. No obstante, las nuevas tecnologías ya han demostrado ser también útiles y beneficiosas cuando se saben manejar, ya que constituyen una herramienta democrática y útil para aquel que las tiene a su alcance, una continuación del mundo “natural” en un mundo “artificial” que deberían ayudarnos a tomar más conciencia sobre el entorno, así como a reducir diferencias en todos los ámbitos: económico, social, cultural, etcétera.

Pese a todo, para aprovechar bien la crisis que nos envuelve, queda un largo camino en el que no debemos descuidar la brecha digital ya mencionada, por lo que es necesario un esfuerzo para reducirla en todos sus ámbitos. Asimismo, tal y como es posible concluir en las reflexiones de la primera lección de Cultura Digital, debemos estar dispuestos a enfrentarnos con firmeza a la crisis, y a sufrir un cambio necesario para adelantarnos a los acontecimientos, sin dejar que sean éstos los que nos pisen.