lunes, 11 de abril de 2011

La nueva realidad

El inicio del siglo XXI ha marcado para muchos el comienzo de un nuevo periodo: la era digital. Este concepto hace referencia a la penetración de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información en nuestra realidad, un hecho que provoca que nos enfrentemos desde otra perspectiva al mundo que nos rodea. Sin embargo, a pesar de la rápida evolución del proceso digital en nuestro mundo, es necesario recordar que no afecta a todos por igual.

Existe todavía una gran brecha digital en diferentes ámbitos, ya que, como en tantos otros aspectos, la mayor parte de los internautas y el desarrollo tecnológico se concentran en una pequeña porción de la Tierra.

La dificultad para acceder a las nuevas tecnologías es paralela a la dificultad para acceder a la educación, a la sanidad o a bienes de primera necesidad. Y no solo eso, sino que, dentro de un país considerado “industrializado”, también existen zanjas. Por ejemplo, no se puede comparar el grado de penetración de internet en las sociedades urbanas con el de las rurales, a pesar de que hay medidas que pretenden subsanar este problema y, además, en el grado de conocimiento del uso de nuevas tecnologías influyen otros factores como la edad o el nivel de educación.

Sin duda, estamos ante un cambio que se antoja veloz, casi vertiginoso, ya que en apenas dos décadas han evolucionado las formas de comunicarse, de entenderse, de entretenerse, de consumir… y, como no, de acceder a la cultura. En este sentido, tal y como se ha planteado en la primera lección del módulo de Cultura Digital, es necesario abrirse a esta nueva realidad, estar dispuestos a experimentar una crisis en positivo para, como tantas otras veces a lo largo de la Historia, ser capaces de adaptarnos a un nuevo medio.

La magnitud del proceso digital trae consigo un exceso de información que puede derivar en desinformación y saturación, así como debates sobre la privacidad, los derechos de autor y propiedad intelectual, y un sinfín de teorías que cuestionan los beneficios de esta nueva era. No obstante, las nuevas tecnologías ya han demostrado ser también útiles y beneficiosas cuando se saben manejar, ya que constituyen una herramienta democrática y útil para aquel que las tiene a su alcance, una continuación del mundo “natural” en un mundo “artificial” que deberían ayudarnos a tomar más conciencia sobre el entorno, así como a reducir diferencias en todos los ámbitos: económico, social, cultural, etcétera.

Pese a todo, para aprovechar bien la crisis que nos envuelve, queda un largo camino en el que no debemos descuidar la brecha digital ya mencionada, por lo que es necesario un esfuerzo para reducirla en todos sus ámbitos. Asimismo, tal y como es posible concluir en las reflexiones de la primera lección de Cultura Digital, debemos estar dispuestos a enfrentarnos con firmeza a la crisis, y a sufrir un cambio necesario para adelantarnos a los acontecimientos, sin dejar que sean éstos los que nos pisen.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho el tono de tu propuesta y el análisis al que sometes el tema...¡se nota que eres periodista!
    pd: genial la foto

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